viernes, 9 de noviembre de 2012

Restaurante RINCÓN DE LA MERCED (Burgos)

Restaurante RINCÓN DE LA MERCED (Burgos)


La Merced 13, Burgos

(+34) 947479900

Decoración del restaurante
Situado en pleno corazón de Burgos, a orillas del Río Alarzón que cruza la ciudad y prácticamente frente a la fabulosa catedral gótica símbolo de la ciudad, el hotel NH Palacio de la Merced esconde una joya que pasa desapercibida pero que es todo un descubrimiento: el restaurante Rincón de la Merced perteneciente al Grupo Maher, lo que es sinónimo de calidad absoluta y buen comer. 

De decoración sencilla y funcional, con paneles laminados de madera y líneas puras.

El personal es atento, la cocina esmerada y de excelente calidad. El metre, encantador y de trato cercano. Gran profesionalidad a la hora de comentar los vinos y los platos a degustar. 

Como añadido, su relación calidad-precio es excelente lo que lo convierte en una apuesta segura entre la oferta gastronómica que ofrece la ciudad de Burgos.


Nuestra experiencia

Estábamos pasando un fin de semana en la provincia de Burgos y dudábamos entre un par de restaurantes para nuestra cena del viernes. Entramos a ver si el Rincón de la Merced ofrecía menú degustación y al ver que pertenecía al Grupo Maher, cuyo restaurante en Cintrúeñigo (Navarra) tuvimos el placer de conocer hará unos cuantos años, no dudamos en elegir lo que nos ofrecían. Un fantástico menú degustación elaborado en el momento para nosotros y por un precio de 60€ el cubierto con maridaje incluido. 

Cada plato fue una sorpresa cada vez más grata y los vinos que acompañaban la cena y que nos recomendó el metre al inicio de la misma, fueron el acompañamiento perfecto para cada plato.

Comenzamos por un aperitivo compuesto de Carpaccio de Buey Wagyu con virutas de foie y parmesano. La mezcla de sabores era sencillamente impresionante. La calidad del producto se hacía notar en cada bocado.

Para acompañarlo un Freixenet Malvasía Dulce de 2001. Vino espumoso de color amarillo pajizo con notas de moscatel, uva pasa y fruta madura con recuerdos de melocotón, albaricoque y fruta tropical, nada empalagoso. Un espumoso delicioso y muy sorprendente. 

No podríamos haber tenido mejor comienzo para nuestra romántica cena.

Carpaccio de Wagyu con virutas de foie y parmesano
Como primer plato una explosión de sabores, huevo poché sobre verduras de temporada y boletus. El sabor de las verduras, los fantásticos boletus y la textura del huevo convirtieron este plato en mi favorito de todo el menú degustación. Y la elección era realmente difícil, porque ningún plato bajó el listón.

Huevo poché sobre verduritas de temporada


Continuamos con otro entrante, la falsa morcilla, compuesta de calamar en su tinta sobre parmentier de patata y acompañada de cebolla crujiente. La presentación impresionante, el sabor y la textura sin igual. La originalidad del plato es indudable.

Falsa morcilla (calamares en su tinta) con cebolla crujiente y parmentier de patata
Continuamos con un pescado, Ventresca de atún con cebolla caramelizada y sandía a la plancha. Al principio nos sorprendió la mezcla, especialmente la sandía caliente, pero la mezcla de sabores resultó una agradable sorpresa, y he de reconocer que parece sencillo imitar el plato, pero al hacerlo en casa el resultado queda muy lejos del ofrecido en el restaurante.

Ventresca de atún, cebolla caramelizada y sandía a la plancha
El vino blanco que acompañaba los entrantes y el pescado consistió en un Verdejo Palacio de Bornos de 2011, agradable, fresco y ligero al paladar.

Ni que decir que a estas alturas estábamos llenos pero aún no habíamos terminado, quedaba la carne y dos postres.

La carne que nos sirvieron fue Rabo de toro acompañado de guarnición de verduras. Delicioso y de textura melosa.
Rabo de toro con guarnición de verduras
El vino tinto que acompañó al plato de carne fue el VX Cuveé Caco de 2006. Color cereza intenso, toques de frutos del bosque, tostados, regaliz, sotobosque, recuerdos minerales. Su ligero aroma a tierra húmeda le da un toque muy peculiar. Un vino sorprendente al paladar.

El primero de los dos postres consistió en una copa de dulce de leche. De textura suave, cubierto de una espuma de queso  y un granizado de vino, la mezcla de sabores y texturas y el sorprendente granizado dan lugar a un postre original que contrariamente a lo que parece no resultó nada empalagoso. 

Copa de dulce de leche y granizado de vino

Como toque final al menú el segundo postre formado por una Creme Bruleé versionada, de textura más suave que la original y con base de helado de mango. Una delicia sorprendente.

Versión de Creme Brulee con helado de mango

Maridaje del menú degustación:

* Freixenet Malvasía Dulce de 2001, cuyo precio en el mercado ronda los 8€.
* Palacio de Bornos Verdejo 2011, precio en el mercado alrededor de los 6€.
* VX Cuveé Caco 2006, precio de mercado entre 20 y 30€.

Dispusimos de los tres tipos de vino durante toda la cena, sin límite en la consumición de los mismos.

Los vinos del menú degustación

En resumen, teniendo en cuenta la cantidad y calidad de los platos, su sabor,  y el precio de mercado de los vinos que componían el maridaje (en especial el vino tinto) el menú degustación tiene una relación calidad-precio que más que adecuada resulta sorprendente.  Sin duda este restaurante fue una elección muy acertada.

Su única pega es la escasa y pobre información que de él encontramos en internet y que dificulta su elección entre las numerosas propuestas que la ciudad de Burgos ofrece. Una lástima porque en realidad es un restaurante impresionante y muy a tener en cuenta. Así mismo su homólogo del grupo Maher situado en Cintruéñigo (Navarra) es un imprescindible para los amantes del buen comer y del producto de calidad.


Si pasáis por Burgos no dudéis en comer o cenar en el Rincón de la Merced, y a ser posible preguntad si hay disponible algún menú degustación, porque os aseguro que no os dejará impasibles.

Nayos
xoxo



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